Renovación de plantilla en el Albacete

El conjunto manchego incorporó en invierno a Querol, Erice, Chema Núñez, Maikel Mesa, Diego Caballo y Sergio Sánchez

La irregular primera vuelta del Albacete Balompié propició una renovación de plantilla en enero. Jugadores como Roberto Olabe, Rei Manaj, Capezzi y Ergas se marcharon del club, dejando sitio a los seis fichajes invernales: Querol y Sergio Sánchez, procedentes del Cádiz; Chema Núñez, de la UD Almería; Erice, desde la MLS; Maikel Mesa, desde la UD Las Palmas y Diego Caballo, del Extremadura.

La línea de ¾ de campo, quizá una de las más necesitadas, se ha visto reforzada con Chema Núñez, un mediapunta capaz de jugar también desde la banda. Es posiblemente el jugador más técnico del equipo y ya ha dejado sus primeros detalles en el Carlos Belmonte, asistiendo a Manu Fuster en el gol de la victoria ante el Numancia.

A pesar de ser lateral, Diego Caballo es otro de los que refuerza el ataque del Albacete debido a su gran proyección ofensiva. Es más, debido a esa característica, también está preparado para partir como extremo. Su punto fuerte, la precisión en el golpeo, es algo que los de Lucas Alcaraz necesitaban de manera urgente, ya que esta temporada prácticamente no se han producido goles a balón parado.

Maikel Mesa y Jon Erice son los dos refuerzos que han aterrizado para cubrir el doble pivote. Si el jugador navarro ya es muy conocido para la afición albacetista, Maikel Mesa es todo lo contrario, ya que, debido a su lesión, apenas se le ha podido ver. Sin embargo, se podrá complementar muy bien con Erice cuando regrese el fútbol, puesto que, al haber jugado de mediapunta, es un jugador con vocación ofensiva.

David Querol también es un recurso más para la fase ofensiva del club manchego. Pese a ser delantero centro, su movilidad ha hecho que en diversas ocasiones inicie los partidos desde la banda, por lo que el técnico granadino se asegura un multiusos cuando el jugador cedido por el Cádiz se encuentre sobre el terreno de juego.

Sergio Sánchez completa las altas del conjunto manchego. Su veteranía le convierte en uno de los jugadores con más liderazgo de la plantilla pese a ser un recién llegado. Y es que, ya se vio durante su primer partido, disputado ante la SD Ponferradina, lo bien que organiza al equipo. En definitiva, Lucas Alcaraz cuenta ahora con armas muy diferentes a las que había en la primera vuelta para poder cumplir el objetivo de la permanencia.