El Ayuntamiento prepara una ‘vuelta segura’ a los Centros Socioculturales

Con el fin de garantizar las condiciones higiénico-sanitarias impuestas por el Covid-19 ante su previsible reapertura el 1 de octubre

Albacete dispone de 40 centros de uso sociocultural repartidos por todos los barrios de la ciudad y sus pedanías, en estos centros se desarrolla la vida participativa y comunitaria de Albacete, a través de los servicios municipales y del centenar de asociaciones que tienen sede o desarrollan sus actividades en ellos. 

Desde el inicio de las restricciones sociales provocadas por la pandemia del Covid-19, los Centros Socioculturales y lo Centros de Mayores municipales cerraron sus puertas a la ciudadanía con el fin de evitar aglomeraciones y reuniones de personas que ayudaran a propagar el virus. Para este fin se dictaron unas instrucciones de uso y acceso a los Centros Socioculturales, que en la práctica supusieron su clausura entre el 1 de junio y el 1 de octubre. 

Durante el verano, la sección municipal de Participación Ciudadana está trabajando, del servicio de Prevención de Riesgos Laborales, en un protocolo para la reapertura de los Centros Socioculturales y Centros de Mayores municipales con una doble intención, tal y como explica el concejal de Participación, Manu Martínez, “es importante, de una parte, volver a abrir los centros de participación comunitaria de la ciudad y sus pedanías, los lugares donde las vecinas y vecinos se encuentran y desarrollan sus actividades, pero, por otra, hay que tener en cuenta que el virus sigue presente, sin tratamiento específico ni vacuna, y que las concentraciones de personas son el caldo de cultivo perfecto para su propagación”. De ahí que, incide Martínez, “vamos a planificar la reapertura de Centros Socioculturales con todas las cautelas posibles y siendo restrictivos en cuanto al uso de los espacios comunes”. 

En el borrador de instrucciones en el que el Ayuntamiento está trabajando, y que tendría una duración que comprendería desde el 1 de octubre al 31 de diciembre de 2020, se establece un aforo del 70%, con respecto al habitual, en los espacios, despachos y aulas de los centros. Igualmente, se exige el uso obligatorio de mascarilla, tanto para el acceso al centro, como para la permanencia en el mismo y el uso de gel hidroalcohólico en la entrada a las instalaciones.

Otra de las restricciones previstas afecta a las actividades. En principio, estarían autorizadas todas aquellas que se vienen realizando con normalidad en los centros, pero cuya duración no excederá los 45 minutos, debiéndose ventilar las aulas durante 15 minutos entre actividades, salvo aquellas salas que, por sus características, no puedan ventilarse y que deberán dejarse sin actividad hasta el día siguiente y toda vez que se hayan limpiado e higienizado convenientemente.

Excepcionalmente y para aquellas actividades que se realicen en espacios cuyo aforo reducido sea inferior a 10 personas, se podrán celebrar actividades de hasta 90 minutos, llevando a cabo una ventilación del aula de 15 minutos durante el transcurso de la actividad. Igualmente, se exigirá a las entidades y colectivos que hagan uso de las salas y espacios polivalentes que, una vez terminado su uso, procedan a una limpieza básica del espacio, como apoyo a los servicios municipales de limpieza.

“Vamos a tener que adaptarnos a esta realidad, mientras dure, y esto afecta tanto al Ayuntamiento como a las asociaciones”, apunta Martínez, “que van a ver afectada sensiblemente su programación habitual de actividades por el aforo y la disponibilidad de espacios en los centros públicos, pero la única intención es evitar que estos centros sean puntos de propagación del virus”.

Asimismo, el concejal de Participación expone que “somos conscientes de que estamos viviendo una realidad inédita y cambiante. Por eso, el Ayuntamiento va a ser, necesariamente, permeable a los cambios tanto a los impuestos por las condiciones sanitarias como a las aportaciones y necesidades de las asociaciones y colectivos que emplean los centros socioculturales”. 

En los Centros Socioculturales y Centros de Mayores municipales concurren varias empresas adjudicatarias de servicios como son las que gestionan la limpieza de los centros, la repostería de los espacios para mayores o la conserjería. Empresas y plantillas de trabajadores que se ven afectadas también por las decisiones sobre el uso y acceso a los centros y que han mostrado, desde el inicio de la crisis sanitaria, una verdadera disposición para la colaboración y ayuda para hacer frente a esta situación, llevando a cabo limpiezas a fondo con el fin de tener preparados los centros ante su reapertura.

Además, este año, la reapertura de los Centros Socioculturales conlleva una importante novedad y es que abrirá uno más, dado que el nuevo centro de los barrios de Universidad y Medicina, el CSC ‘Antonio Cepillo’, se encuentra preparado para su inauguración con la apertura del curso. 

Centros de Mayores municipales

Una parte muy importante de estos centros de participación comunitaria es la reposterías en los centros de mayores o clubes de jubilados, que contempla una veintena de espacios, algunos integrados dentro de los Centros Socioculturales y otros en edificios individuales, que dan cabida a las actividades y reuniones propias de las personas mayores de nuestros barrios y pedanías. 

Estos centros, destinados principalmente al ocio de las personas mayores, quedan en el ámbito de aplicación de la Resolución de 26/06/2020, de la Consejería de Bienestar Social, por la que se regulan las condiciones para la apertura de determinados centros, servicios y establecimientos de servicios sociales, que en su apartado 5.1 establece que “podrán abrir exclusivamente para la prestación, previa cita, de los servicios de podología, fisioterapia y peluquería. En el caso de que dispongan de servicio de cafetería, este tan solo podrá prestarse para la dispensación o recogida de comidas preparadas a domicilio”.  

Por ello, en principio y hasta que dicha resolución cambie, los centros de mayores municipales se mantendrán cerrados a la actividad ordinaria, no obstante, durante el mes de septiembre se trabajará con las educadoras y educadores de los barrios y con las propias asociaciones de mayores, en la preparación de actividades seguras con las que suplir de alguna forma la ausencia de actividad de sus espacios, con el fin de reducir el efecto que la soledad o el sedentarismo pueden ocasionar entre las personas mayores.