La caída del Albacete de Ramis

El entrenador catalán no estuvo a la altura de su primera temporada en el club y dejó al equipo en descenso

Segundas partes nunca fueron buenas. Al menos, así fue en la historia entre el Albacete Balompié y Luis Miguel Ramis. Su debut al frente del club manchego en la temporada 2018/19 no pudo ser mejor; devolvió la ilusión a la ciudad y se volvió a pelear por ascender a Primera División después de muchos años de coqueteo con la Segunda División B. No obstante, no supo dar con la tecla durante el curso 2019/20.

La plantilla del equipo albaceteño cambió por completo de un año para otro. Los que habían protagonizado el papel de las grandes estrellas, lo hacían en calidad de cedidos, por lo que Eugeni, Dani Torres, Tejero, Febas o Mathías Olivera, tuvieron que marcharse al finalizar el año (alguno incluso antes). Y al no ser las únicas bajas, el plantel tuvo que renovarse de cabo a rabo.

Fue ahí donde se originó el gran problema. Se adquirieron jugadores completamente diferentes; no peores, si no diferentes, y se intentó jugar a lo mismo con futbolistas de otras características. Ese desajuste provocó unos pésimos partidos al inicio del campeonato, en los que daba la sensación de que el Albacete jugaba como podía, pero no como quería.

A partir de ahí, el resto de la temporada fue un continuo ejercicio de remar a contracorriente hasta que el club quedó a la orilla de una fuerte precipitación por una gran cascada. Es cierto que hubo una fase liguera en la que Ramis consiguió buenos resultados durante varias semanas, pero a través de un modelo que, si bien servía para frenar una mala racha, parecía insostenible a largo plazo.

El técnico catalán y el Albacete Balompié tuvieron que tomar caminos diferentes por el bien de ambas partes. Luis Miguel Ramis tiene ahora la oportunidad de aprender tanto de sus aciertos como de sus errores de cara a su próxima etapa en un banquillo, y el ‘Alba’ ha encontrado su camino de la mano de Lucas Alcaraz. No obstante, el ex entrenador del conjunto manchego será siempre recordado como el hombre que devolvió la ilusión por el fútbol a la ciudad de Albacete.